lunes, 7 de diciembre de 2009

ESA MANO ALLÍ ESTÁ



(Héctor Rodríguez Fariña, 6 de Diciembre 2009)

También anoche me sentía solo,
todo estaba en silencio,
como otra noche ya lejana en Eastlea
tu eras chiquita, casi dos añitos,
Isabel,
te despertaste buscando a mamá que estaba muy lejos,
nos tuvo que dejar,
su vida era servir también a los demás.
Tú de eso no entendías,
eras muy chiquita,
corrías solita por toda la casa
llamando a mamá, antes nunca se había ido,
"¿mamá donde estás?".
Nunca había visto en mi vida tanta amargura,
fuiste a la puerta por donde sabías que volvía ella,
no venía, no estaba,
tu llanto desgarraba el alma.

Anoche era yo quien buscaba a alguien en casa,
fui a tu cuarto, tu camita limpia,
como la dejó mamá cuando te fuiste,
allí estaba tu sonrisa en aquel bonito cuadro,
tu sonrisa esplendente pero tú estabas lejos,
ahora el solo era yo,
mamá se había ido a cuidar a los demás,
muy bien mamá.

Salí al patio, el cielo cubierto,
alguna nube se desgarró y apareció una luna brillante
en medio del cielo, la misma luna que velaría tu sueño
allá tan lejos.
Recordé otra noche parecida a aquella
esa vez mamá te llevó con ella,
con María y con Tomás,
así fui aprendiendo a soltar
a dejar en libertad a los demás,
algo que siempre me cuesta.

A ti te toca ahora soltar y soltar,
hay que saberse agarrar a una mano para subir
y luego soltar,soltar y soltar
para ser feliz,

Eres la gotita de agua que salió de la Fuente de donde todo viene.
Prefieres asirte a la gotita de al lado
y sufres mucho cuando no encuentras una mano cerca.
Hay que saberse agarrar y también soltar,
porque la vida sigue, la carrera sigue,
El agua sigue corriendo,pero hay que recordar de dónde vienes,
y a dónde vas.

¡Agárrate fuerte, gotita de agua y disfruta del momento¡
pero el mensaje es avanzar.
Detenerse es perder el ser, nuestro ser es ser más,
queda un infinito por delante,
una felicidad profunda que se siente en el alma
sin saber cómo es,
avanzar y correr y al pasar se ven cosas bellas,
disfruta de ellas
que son para ti,
pero son parte de la verdad
ninguna de ellas es el final,
agárrate a una mano
no para quedarte con ella sino para ser mas fuerte
para poder ayudar a otras gotitas que corren contigo.

Isabel,
tú has aprendido a dejar atrás muchas cosas
has sufrido mucho al despegar,
tu alma se desgarraba cada vez
pero dejar cosas atrás es ser,
eso es la verdad
porque una cosa convertida en lo único
no es nada.

No me podía dormir…
volví a tu sonrisa y te sentí muy cerca
sentí que íbamos juntos,
lejos muy lejos...
Sólo quiero ser una gota más a tu lado
y te prometo no sentirme nunca más solo.
Sólo quiero estar cerca de ti
por si alguna vez necesitas una mano,
muchas manos, mamá, María, Tomás, y los demás.

Cuando te agarres a mi mano apriétala fuerte,
si a veces te parece distraída, inservible, cansada o dormida,
no la sueltes,
esa mano es fuerte
y allí está

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